martes, 2 de julio de 2013

El

Suspiro... Lamento... temblor...

El sutil sabor de la noche en la frialdad de su acogedor invierno.
El viento, el frío viento... La oscuridad, La solitaria oscuridad.
Desesperación, aberración del presente ,Frustraciones de la realidad.
El destino lo abandona, sus proyecciones ya son basura, suena como un breve adagio de su memoria.
En la suavidad de su fría temporada, se siente como una explosiva representación de su pasado,
Haciéndolo vibrar.

El día lo esquiva, el ya no vive.

Tan solo una visión difusa se manifiesta en su somnolienta narcosis.
No vuelve, no lo desea...
Cerrar los ojos ya no es tragedia, es placer... Apagar su presente ya no aterra, complace.

El piensa que si tan solo las notas de su quejumbroso réquiem hubieran fusionado la alegría de todo aquel que lo por lastimoso hubiera sido, lo conoció.
El piensa que si todos comprendieran que su realidad no es otra y no es igual.
El piensa que si aceptaran lo diferente.
La huella de su historia no seria la de la pena ni del terror, mucho menos la lastima.

Ahora ya nada importa, ahora ya nada cambiara...
El pasado seguirá ahí y el tiempo para el, no presenta una solución.

El exclama... "por favor."
El siente que su vida le pertenece
La realidad impone que el tiene un problema.
El concluye en su pensamiento, en su mente, Con los ojos siempre cerrados.

"La soledad era lo único leal a mi, la oscuridad era el único contexto de mi presente y el frío la esencia de mi realidad, nuestra realidad."

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